El camino de Laos hacia la inclusión financiera: dinero móvil, pagos digitales y crecimiento futuro
Laos, una de las naciones más pobres del sudeste asiático, ha logrado avances en la reducción de la pobreza y la digitalización, al tiempo que enfrenta desafíos como una elevada deuda e inflación. El país se está centrando en soluciones fintech como pagos móviles y sistemas transfronterizos para impulsar la inclusión financiera y el crecimiento económico.
Laos, un país sin salida al mar que limita con Myanmar y China al norte, Tailandia al oeste, Vietnam al este y Camboya al sur, tiene una historia rica pero desafiante.
Hoy, como miembro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), sigue siendo uno de los países más pobres de la región, con un producto interno bruto (PIB) per cápita de poco más de 2.100 dólares.
En las últimas dos décadas, Laos ha logrado avances notables, incluida la reducción a la mitad de la pobreza, la mejora de la educación y la atención sanitaria y la reducción del hambre. Las reformas económicas de la década de 1980, conocidas como el «Nuevo Mecanismo Económico», ayudaron a que el país pasara de una economía de planificación centralizada a una economía orientada al mercado.
Sin embargo, los desafíos persisten. Una cuarta parte de la población todavía vive por debajo del umbral de pobreza y la economía depende en gran medida de la minería y la energía hidroeléctrica. Cuestiones como el subdesarrollo del sector privado, la mala calidad de la educación y la escasez de habilidades continúan obstaculizando un mayor crecimiento.
Después de la pandemia
Como gran parte del mundo, Laos sufrió durante la pandemia y, aunque los turistas han comenzado a regresar, la economía aún no se ha recuperado por completo. El país está lidiando con una inflación del 25 por ciento, lo que marca el tercer año consecutivo en que la inflación supera el 20 por ciento, lo que la convierte en la segunda más alta en la región de la ASEAN después de Myanmar.
Laos también enfrenta una elevada carga de deuda, la mayor parte de la cual debe a acreedores extranjeros, incluidos China y Tailandia. Gran parte del crecimiento del país ha sido impulsado por proyectos de infraestructura financiados a través de esta deuda, que ahora representa el 112 por ciento del PIB, casi el doble de lo que era antes de la pandemia.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por impulsar el crecimiento económico mediante políticas monetarias y fiscales más estrictas y controles cambiarios más estrictos, restaurar la estabilidad macroeconómica sigue siendo un desafío. El Fondo Monetario Internacional (FMI) declaró el año pasado al país en sobreendeudamiento.
A pesar de estos desafíos, Laos, con una población de 7,6 millones, cuenta con una penetración de Internet de más del 66 por ciento y una tasa de penetración de telefonía móvil del 88,5 por ciento.
Inclusión financiera
En términos de inclusión financiera, Laos tiene al menos 42 bancos, incluidos Banque Pour Le Commerce Exterieur Lao Public (BCEL), Banco de Promoción Agrícola (AP Bank), Banco Conjunto de Desarrollo (JDB), Allied Bank (ABL), Banco de Desarrollo de Laos ( LDB), ST Bank (STB) y Lao Viet Bank (LVB). Sin embargo, sólo hay alrededor de 1,5 millones de cuentas bancarias en estas instituciones, lo que deja una brecha significativa en el acceso financiero, con un mercado al que se dirigen 4,5 millones de personas, lo que significa que la mayoría todavía carece de acceso a servicios bancarios formales.
En los últimos años han surgido novedades clave en el ecosistema fintech y digital. En 2015, se lanzó el sistema de pago con tarjeta bancaria nacional de Laos a través de una colaboración entre China UnionPay, el Banco de Desarrollo de China y el banco central de Laos, con apoyo para la construcción, operación y mantenimiento del sistema de pago.
Aunque esto puede parecer obsoleto para algunos, no fue hasta 2016 que los laosianos pudieron pagar impuestos digitalmente en lugar de efectivo. Ese año, el Ministerio de Finanzas introdujo instrumentos de pago de impuestos y aduanas, y para 2017, se implementaron nuevos sistemas para procesar los pagos de impuestos a través de tecnologías bancarias y digitales, eliminando la necesidad de que los funcionarios tributarios manejen los pagos en efectivo.
Desarrollos fintech
Según un informe de 2019 del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), Laos tenía en ese momento un ecosistema fintech incipiente, centrado principalmente en servicios básicos como recargas móviles y pagos de facturas de servicios públicos, que requerían una cuenta bancaria formal, acceso a Internet o un teléfono móvil.
En el sector financiero formal, los avances clave incluyeron el lanzamiento de una aplicación móvil por parte de Banque Pour Le Commerce Exterieur Lao (BCEL) para facilitar los pagos y transacciones a los titulares de tarjetas. Además, BCEL y el proveedor de telecomunicaciones UNITEL estaban planeando introducir una aplicación móvil, y el Banco Central de la República Democrática Popular Lao se estaba preparando para implementar servicios bancarios sin sucursales.
En 2020, la República Democrática Popular Laos otorgó su primera licencia de billetera electrónica a M-Money, creada por Lao Telecom Group. Hoy en día, más de 30.000 comerciantes en todo el país están vinculados al sistema M-Money, principalmente mediante códigos QR. La plataforma ofrece servicios como remesas de impuestos y pagos gubernamentales, con planes futuros para expandirse a las remesas. M-Money ha mejorado significativamente la inclusión financiera, brindando servicios esenciales a una población que necesita soluciones financieras accesibles.
Dado que más del 60 por ciento de la población de Laos vive en zonas rurales, M-Money ha ampliado una red nacional de agentes que prestan servicios de entrada y salida de efectivo, similar al éxito del dinero móvil en algunas partes de África. Actualmente, hay más de 3.500 ubicaciones de agentes, y se planea establecer al menos un agente en cada aldea de más de 300 personas. El impacto de M-Money ha generado comparaciones con M-Pesa de Kenia y GCash de Filipinas, lo que le valió el reconocimiento como la ‘billetera electrónica móvil de más rápido crecimiento en 2023’ por parte de la revista International Finance y un premio de bronce a la Inclusividad Digital en la Reunión de Ministros Digitales de la ASEAN a principios de este año. .
Otros desarrollos
Los códigos QR también se están volviendo cada vez más populares en Laos, lo que refleja las tendencias observadas en toda Asia. El sector de servicios financieros se está digitalizando aún más: AP Bank se asociará con Hi Sun Fintech Global Limited en 2022 para modernizar su sistema bancario central.
Laos también está experimentando con las monedas digitales del banco central (CBDC). En colaboración con la empresa japonesa de tecnología financiera SORAMITSU, el país probó con éxito un prototipo de moneda digital, el Digital Lao Kip, el año pasado.
En términos de colaboraciones transfronterizas, Laos está trabajando estrechamente con sus vecinos de la ASEAN. El banco central de la República Democrática Popular Lao y el Banco Nacional de Camboya (NBC) firmaron un MoU para facilitar las transacciones transfronterizas en 2022.
En julio, los turistas tailandeses en Laos pudieron escanear códigos QR para pagar bienes y servicios, y el Bank of Ayudhya (Krungsri) se convirtió en el primer banco tailandés en ofrecer este servicio a través de su aplicación. Laos también se unió a la iniciativa de Conectividad de Pago Regional (RPC) de la ASEAN, cuyo objetivo es acelerar los pagos transfronterizos utilizando tecnologías como códigos QR y sistemas de pago rápido.
A pesar de sus desafíos, Laos tiene el potencial de aprovechar la tecnología financiera para impulsar tanto la inclusión financiera como un desarrollo económico más amplio.